En mis viajes por México, Grecia e India he investigado que tanto los Mayas antiguos como los sabios Griegos y de India, tenían muy en claro la relación entre sexo-meditación-espiritualidad-divinidad. Y ellos dejaban que el poder sexual se canalice luego como obras creativas. ¡Y mira lo que han hecho!
¿Has visto las pirámides del sol y de la luna en Tehotihuacan? ¿Has subido a la pirámide de Chichen Itzá? ¿Has caminado por esa tierra sagrada? ¿Has visto el impacto de estar en la Acrópolis de Atenas? ¿Has entrado en el Templo de Zeus? ¿Has visto los monumentos que dejaron los antiguos? Eso es la creatividad en su máxima potencia, es Dios creando a través de los hombres. ¡Cómo no caer de rodillas ante tanta belleza! Estas culturas sabían que sin distracciones externas, donde la vida era consagrada al placer, al estudio del universo, al auto conocimiento y la sabiduría, al uso libre y espiritual del sexo en libertad, producían tantas obras artísticas dentro de la literatura, la escultura, la ciencia, la arquitectura, la pintura...
Dentro de cada uno hay un dios y una diosa dormidos que esperan despertar. Si potencias el poder del sexo junto a la meditación y la inteligencia de forma creativa, verás lo que sucede. ¡Serás como miel para las abejas!
A través de lo que he investigado y visto en mis viajes, creo que antiguamente en las civilizaciones como los mayas, los egipcios, los griegos, los indúes y los atlantes, sabían de rituales en los que la energía sexual podía ser canalizada para conectarse con los dioses, podian descubrir las leyes del universo a través del uso inteligente y místico de la energía sexual.
Si le hechas una atenta mirada a las páginas 382 a 386 del libro "El Código da Vinci", de Dan Brown, tendrás una descripción de unos secretos sexuales. Un pequeño párrafo menciona: "La próxima vez que estén con una mujer, busquen dentro de su corazón y pregúntense si son capaces de ver el sexo como un acto místico, espiritual. Desafíense a ustedes mismos para ver si son capaces de hallar esa chispa de divinidad que el hombre sólo alcanza a través de la unión con la divinidad sagrada".
Pero claro, antes en sociedades inteligentes y espirituales el tiempo era aplicado para el conocimiento del ser humano, para la adoración a la belleza, para el respeto a los dioses, para el conocimiento del universo, para la grandeza del hombre, para los rituales sexuales. Ahora estamos inmersos en las actividades que muchas veces nos alejan de nosotros proyectando la sombra de la ilusión y la diversión hacia afuera. El fútbol, la play station, la televisión, la crema de moda, la crítica a la vida ajena, el acumular posesiones, el exceso de trabajo..., tantas cosas que están bien pero que ocupan el espacio interior de una persona más que como divertimento como parches a huecos existenciales.
Podemos tener todo eso pero como pasatiempo mínimo, no como modelo de vida. El objetivo es crearnos a nosotros mismos como seres de luz y divinidades a través de nuestros actos, de nuestro sentir, de la percepción interior.
El sexo puede hacer nacer un nuevo ser humano físico y también uno espiritual, artístico y creativo. El nacimiento físico tarda nueve meses. El nacimiento espiritual, de tu ser interno despierto no tiene un tiempo prefijado, es momento a momento. Es la tarea de cada uno. Puedes sentir lo divino en tu interior a través del sexo. De la misma forma que un budista o un monje zen lo buscan por la meditación en solitario exclusivamente, la inteligencia sexual propone la meditación y el sexo usado creativamente.
Cuando usamos el pensamiento y conducimos la energía sexual, durante el acto o en solitario, podemos imprimir energía a ese proyecto o pensamiento que tenemos en mente. Esto es algo que aplicado puede cambiar tu forma de ver la vida, de sentir, de trabajar, de confiar y de tu capacidad amorosa. Te invito a que lo pongas en práctica, que te des al menos 21 días de trabajo con tu energía de vida o que inicies la práctica del yoga tántrico y despertar aún más tu inteligencia sexual para aprender todos las técnicas en tu cuerpo y sentir los efectos . Quizá en ti se manifieste de otra forma primeramente, o quizá se potencie si ya la estás canalizando. La energía es inteligente y sabe qué puertas abrir en cada persona.
¿Has visto las pirámides del sol y de la luna en Tehotihuacan? ¿Has subido a la pirámide de Chichen Itzá? ¿Has caminado por esa tierra sagrada? ¿Has visto el impacto de estar en la Acrópolis de Atenas? ¿Has entrado en el Templo de Zeus? ¿Has visto los monumentos que dejaron los antiguos? Eso es la creatividad en su máxima potencia, es Dios creando a través de los hombres. ¡Cómo no caer de rodillas ante tanta belleza! Estas culturas sabían que sin distracciones externas, donde la vida era consagrada al placer, al estudio del universo, al auto conocimiento y la sabiduría, al uso libre y espiritual del sexo en libertad, producían tantas obras artísticas dentro de la literatura, la escultura, la ciencia, la arquitectura, la pintura...
Dentro de cada uno hay un dios y una diosa dormidos que esperan despertar. Si potencias el poder del sexo junto a la meditación y la inteligencia de forma creativa, verás lo que sucede. ¡Serás como miel para las abejas!
A través de lo que he investigado y visto en mis viajes, creo que antiguamente en las civilizaciones como los mayas, los egipcios, los griegos, los indúes y los atlantes, sabían de rituales en los que la energía sexual podía ser canalizada para conectarse con los dioses, podian descubrir las leyes del universo a través del uso inteligente y místico de la energía sexual.
Si le hechas una atenta mirada a las páginas 382 a 386 del libro "El Código da Vinci", de Dan Brown, tendrás una descripción de unos secretos sexuales. Un pequeño párrafo menciona: "La próxima vez que estén con una mujer, busquen dentro de su corazón y pregúntense si son capaces de ver el sexo como un acto místico, espiritual. Desafíense a ustedes mismos para ver si son capaces de hallar esa chispa de divinidad que el hombre sólo alcanza a través de la unión con la divinidad sagrada".
Pero claro, antes en sociedades inteligentes y espirituales el tiempo era aplicado para el conocimiento del ser humano, para la adoración a la belleza, para el respeto a los dioses, para el conocimiento del universo, para la grandeza del hombre, para los rituales sexuales. Ahora estamos inmersos en las actividades que muchas veces nos alejan de nosotros proyectando la sombra de la ilusión y la diversión hacia afuera. El fútbol, la play station, la televisión, la crema de moda, la crítica a la vida ajena, el acumular posesiones, el exceso de trabajo..., tantas cosas que están bien pero que ocupan el espacio interior de una persona más que como divertimento como parches a huecos existenciales.
Podemos tener todo eso pero como pasatiempo mínimo, no como modelo de vida. El objetivo es crearnos a nosotros mismos como seres de luz y divinidades a través de nuestros actos, de nuestro sentir, de la percepción interior.
El sexo puede hacer nacer un nuevo ser humano físico y también uno espiritual, artístico y creativo. El nacimiento físico tarda nueve meses. El nacimiento espiritual, de tu ser interno despierto no tiene un tiempo prefijado, es momento a momento. Es la tarea de cada uno. Puedes sentir lo divino en tu interior a través del sexo. De la misma forma que un budista o un monje zen lo buscan por la meditación en solitario exclusivamente, la inteligencia sexual propone la meditación y el sexo usado creativamente.
Cuando usamos el pensamiento y conducimos la energía sexual, durante el acto o en solitario, podemos imprimir energía a ese proyecto o pensamiento que tenemos en mente. Esto es algo que aplicado puede cambiar tu forma de ver la vida, de sentir, de trabajar, de confiar y de tu capacidad amorosa. Te invito a que lo pongas en práctica, que te des al menos 21 días de trabajo con tu energía de vida o que inicies la práctica del yoga tántrico y despertar aún más tu inteligencia sexual para aprender todos las técnicas en tu cuerpo y sentir los efectos . Quizá en ti se manifieste de otra forma primeramente, o quizá se potencie si ya la estás canalizando. La energía es inteligente y sabe qué puertas abrir en cada persona.