domingo, 4 de enero de 2009

Sanación sexual


El primer punto de inicio a saber es que ya somos completos. Ya tenemos una perfección adherida, una luz. Cuando esa luz interior está encendida podemos encontrar otra luz para que en la unión las fronteras de las llamas individuales se disuelvan creando una llama más potente y clara. Si la llama no se disuelve en la otra llama siempre quedará el ego. Y el nacimiento de lo que llamamos amor y conexión no se producirá. Hay que olvidar el ego para amar. Hay que dejar que la llama del alma irradie plenamente.
Has hecho diversas experiencias. En la actualidad, estar solo también es una elección individual. ¿Será porque no es tan fácil encontrar a la otra parte? ¿Será que la gente se cansa de buscar? ¿Será porque estando solo mantienes tu libertad? ¿Será que tus amantes y parejas te han dado experiencias de dolor? Pueden ser muchos factores. Pero,
¿dónde puedes llegar con el sexo? En última y más profunda instancia a la iluminación espiritual. A descubrir la unidad del espíritu que hay dentro tuyo con todo lo que existe. Toda la creación es un fenómeno sexual, de atracción de los polos en completa armonía, entonces cuando te sumerges en el océano de vida como una gota más, esa gota se disuelve en la conciencia universal. Ser uno con la vida, expandir la percepción, abrir el interior. Es una transformación, una elevación a lo divino a través del instinto sexual. Has conducido tu motor hacia la ruta adecuada. ¿Y existe una ruta equivocada? Si. Cuando llevas tu energía sólo hacia el exterior, cuando sólo lo que haces es satisfacer un impulso y la atracción, no hay retroalimentación, hay descarga y satisfacción con su consecuente desgaste pero no una transformación energética ni espiritual.
Este punto es lo que tenemos que enriquecer con técnicas y aplicaciones de sexo tántrico Es como el diamante y el barro. La energía sexual es como una cerilla, un fósforo para encender el fuego interior. Cuanto más cerillas gastes, también se consumirá al tiempo el fuego interno, el deseo, la atracción. Luego de un tiempo con la misma persona, si no hay un trabajo energético-sexual-espiritual esta primera atracción se va diluyendo. Los cuerpos dejarán de atraerse. Es una ley energética: cuando algo llega a su máximo esplendor, se transforma en el opuesto. Perderás el gusto por la misma comida. Y si encima tu ritmo de vida es estresante, te cansa el cuerpo y no te alimentas bien, no fabricarás tanta energía sexual.

No hay comentarios:

Publicar un comentario